martes, 15 de agosto de 2017

Puerto Lopez: Disconnection destination

Siempre he pensado que viajar es la forma más efectiva de obtener enriquecimiento personal porque aprendes de otras personas, respiras nuevos aires, pruebas comida nueva y ves cosas buenas o malas que nunca habías visto antes. Anteriormente he compartido fotos y experiencias de mis viajes, y lo seguiré haciendo ya que pasaré una larga temporada en Ecuador. En estos momentos estoy establecida en un pueblo ubicado en la provincia de Manabí (que para mi fortuna, pertenece a la región de la costa) llamado Jipijapa. Es un pueblo lindo pero bastante sencillo, así que eso ha sido una razón para mi familia y para mí de visitar otras ciudades o pueblos cercanos que tengan otros atractivos turísticos. Luego me encargaré de mostrarles cosas interesantes que puedan hacer aquí en Jipijapa, porque hoy les quiero hablar sobre Puerto López, un pueblo turístico perteneciente al cantón que lleva este mismo nombre, también está en Manabí y queda aproximadamente a un poco más de una hora de Jipijapa. 

En estas últimas tres semanas he ido a Puerto Lopez dos veces. Primero fuimos de ida por vuelta y como nos gustó tanto decidimos pasar un fin de semana allá, y eso hicimos dos semanas después. Puerto López es popular porque puedes hacer un paseo en bote hasta la Isla de la Plata o simplemente hasta algún punto del mar para ver a las ballenas jorobadas, que entre los meses de junio a septiembre migran desde la Antártida hasta las costas ecuatorianas buscando aguas cálidas para aparearse y parir a sus crías, y decidimos ir a verlas con nuestros propios ojos.

Llegamos a Puerto López como a las 12:30 o 1:00 pm y desde el terminal terrestre puedes tomar un taxi tradicional o un moto taxi, que no es como el que consigues en Venezuela que literalmente es una moto, sino que es más como un híbrido entre una moto y un carro pequeño ya que, en este medio de transporte techado y sin puertas, el chofer va manejando adelante y en la parte de atrás pueden ir hasta tres personas en un mismo asiento. Desde que llegamos al terminal un señor nos ofreció hacer el recorrido de las ballenas con su compañía turística y al llegar al pueblo fuimos hasta allá. Caminamos un rato y salimos a las 2:00 pm. Este paseo dura aproximadamente tres horas ya que abarca el tiempo del trayecto hasta los avistamientos de ballenas en los que permaneces un rato para lograr verlas y al regreso se hace una parada en un lugar en el que se puede hacer snorkel, pero como nadie de nuestro grupo quiso hacerlo el tiempo por lo frío del clima en esos días, se redujo a dos horas.









Por la temporada del año en la que estamos, estaba haciendo mucho frío en Puerto López. Honestamente no se cómo hice para aguantarlo en el paseo, tal vez era la motivación de ver y fotografiar a las ballenas. Por lo que vi en las fotos de las compañías turísticas del pueblo estas ballenas hacen esos saltos majestuosos que se ven en las películas, pero lamentablemente cuando hice este paseo las ballenas que estaban pasando por allí eran un poco penosas y ninguna lo hizo. Igualmente, estos mamíferos que pueden llegar a medir hasta 15 metros de longitud, se dejaron ver por nosotros y logré fotografiarlos a pesar del movimiento del barco. 






En la segunda ocasión que visitamos Puerto López optamos más por conocer cómo era el pueblo, ir a la playa y pasar unos días de relajación que sin duda obtuvimos. El primer día estuvimos en la playa prácticamente desde que llegamos. Bañándonos en ella, escuchando música, comiendo, viendo a la gente pasar y compartiendo. El dueño del hotel en el que estábamos vivió su infancia en Caracas y fue muy divertido e interesante escuchar sus anécdotas en Venezuela, diciéndonos todas las palabras que había aprendido, la comida que extraña de allá y cómo era el país en aquel entonces. 





Al llegar la noche nos arreglamos para cenar y ver qué tal era el pueblo a esas horas. A lo largo de la playa hay bastantes ventas de cocteles y de comida, y en la noche varios de ellos ponen música y se vuelven sitios para bailar. Me pareció muy divertido porque estos locales están bajo toldos ubicados en la arena, lo que permite que los personas que pasean por el malecón (acera que bordea esta playa) puedan ver desde allí a la gente bailando. Obviamente ir a la playa implica comer pescado o cualquier comida de mar, pero aprovecho para decirles que si visitan Puerto López vayan a un restaurante italiano llamado Capuccino donde se puede comer pastas, pasticho, pizza y helados artesanales. Nosotros preferimos comer pizza y estaba muy sabrosa. Fuimos bien atendidos por su dueño, un italiano con más de cuatro años viviendo en Ecuador. 






Si nuestro primer día del fin de semana en Puerto López fue de relajación este día lo fue aún más. Luego de desayunar caminamos un rato por el pueblo para ver la artesanía y comprar algunas cosas y luego nos sentamos en la playa a escuchar música hasta la hora del almuerzo para luego regresar a Jipijapa. En ocasiones anteriores que he ido a la playa suelo escuchar la música que ponen en los locales cercanos o escucho mi música usando audífonos y ya, pero ese día mi hermana y yo llevamos una corneta no muy grande, nos sentamos cerca de la orilla de la playa, escuchamos nuestra música y fue genial. Normalmente para mí los viajes son sinónimo de diversión, distracción y entretenimiento, pero mi último día en Puerto López ha sido lo más cerca que he estado de sentirme completamente en paz. Si quieren obtener lo primero o lo segundo lo pueden conseguir en Puerto López.








Canciones de hoy

Para este post quería recomendarles una banda que se está sumando cada vez más a mi top 5 de bandas venezolanas favoritas, y son Los Colores. Esta banda inició en el año 2011, participó en el Festival de Nuevas Bandas y se han declarado influenciados por la música de artistas muy variados como The Beatles, José José, Fito Páez, Charly García, Gustavo Cerati, Luis Alberto Spinetta, entre otros; lo que los ha llevado a imprimir en su propia música una mezcla sublime entre rock, pop y boleros. Hoy les dejaré tres de mis canciones favoritas de esta genial banda que fue catalogada por la revista Billboard entre las 10 Promesas Jóvenes Latinoamericanas del 2013, pero si pueden escuchar más canciones su iPod se los agradecerá.

Clásico (Clásico, 2013). Esta canción fue el primer single de su primera producción discográfica y me encanta porque es de esas canciones de letra tierna y melodía fuerte con interesantes matices que permanecen en tu memoria por bastante tiempo. Frase favorita: "Su potencial es tanto que me halaga".
Luna (Clásico, 2013). A diferencia de la primera canción, Luna es una balada. A mí no me suelen gustar mucho las canciones lentas pero esta en particular me fascina, a pesar de que me deja con ganas de más porque solamente dura un poco más de un minuto y medio. Siento que un 60% de esta fascinación hacia ésta y todas las canciones de la banda es por la voz de su líder y cantante, Alejandro Sojo, que tiene el don de plasmar en su música esos colores intangibles e invisibles pero que se pueden sentir al escucharlos. Frase favorita: "No me dejes escapar, que no lo quiero".
Pruebas (2015) A pesar de que es del año 2015, Pruebas es el primer single promocional de su segundo álbum que está por salir este año. Esta canción fue la que me hizo querer escuchar más de Los Colores la primera vez que me la recomendaron. Tuve una especie de amor a primera escucha con esta canción de aires medio retro que aún sigue vivo, y cada vez que suena siento ganas de cantarla a todo gañote en donde sea. Frase favorita: "Cuando más me sentía fuerte cambiaste mi suerte".


Espero que les haya gustado este post, que se animen a visitar Puerto López y que escuchen estas tres geniales canciones.


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Pendientes del próximo post, Amanda.